La importancia del Neuroliderazgo y las Habilidades Emocionales en el entorno laboral

Hay un aspecto fundamental como clave del bienestar en el trabajo, que va más allá de las acciones formativas, y que a menudo se pasa por alto. Se trata del clima de confianza en el entorno de trabajo, especialmente de la impulsada por líderes capacitados en Neuroliderazgo y en lo que se llaman habilidades blandas (habilidades emocionales).

Vivimos en una época en la que las organizaciones reconocen la importancia de cuidar el bienestar en el trabajo de sus empleados. Cada vez se llevan a cabo más acciones formativas. Pueden ser de Mindfulness, Inteligencia Emocional, Gestión del Estrés, etc. con la esperanza de mejorar el bienestar, la productividad laboral y reducir el absentismo.

Y, precisamente, hace unos días leí un artículo sobre los resultados de un reciente estudio realizado por la Universidad de Oxford, en el que se concluía que participar en diversas acciones formativas es valioso para el bienestar de los empleados. No obstante, el estudio decía que su impacto es limitado si no se abordan también problemas estructurales más profundos en el trabajo, como la rigidez en los horarios, reuniones interminables, procedimientos burocráticos excesivos, etc. que pueden contrarrestar los beneficios de estas acciones formativas.

Un Clima de Confianza genera un Entorno Seguro

Además, hay otro aspecto crucial que mencionaba el referido artículo, pero no profundizaba en él. En concreto, me refiero al papel crítico de los líderes en la seguridad psicológica como un elemento fundamental para el bienestar y rendimiento sostenible en el lugar de trabajo.

Es ya bien sabido que los líderes desempeñan un papel clave en la creación de un clima de confianza. Y este clima de confianza implica una seguridad y confianza interpersonal. En este sentido, un espacio o entorno seguro es aquel donde las personas se sienten seguras para ser ellas mismas, expresar ideas y cometer errores sin temor a consecuencias negativas o graves.

¿Te imaginas en un entorno de seguridad psicológica, el estrés laboral y la ansiedad que se podría evitar? Y con ello todas las consecuencias también negativas para los intereses de la empresa (absentismo, conflictos crónicos, retrasos de proyectos, etc.). ¿Cuánta productividad y competitividad se podría ganar? Pues sigue leyendo que lo vas a averiguar.

El Neuroliderazgo como base del bienestar

Las acciones del líder impactan directamente en el sistema nervioso de sus colaboradores

El Neuroliderazgo es una disciplina, relativamente reciente, que fusiona la neurociencia con la gestión de equipos, y nos brinda una fascinante perspectiva sobre la manera de lograr ese bienestar necesario en un entorno de trabajo. Consiste en comprender cómo las decisiones y acciones de un líder afectan directamente la respuesta del sistema nervioso de sus colaboradores. En el corazón de esta disciplina, encontramos dos comportamientos básicos: el de acercamiento y el de alejamiento

Nuestro cerebro está cableado para buscar la conexión social y la seguridad, aspectos valiosos para la supervivencia. En situaciones laborales, estos instintos se manifiestan en la forma en que los líderes interactúan con sus equipos, generando respuestas neuronales que impactan el bienestar y rendimiento de los colaboradores.

Líderes que fomentan comportamientos de acercamiento despiertan en el cerebro de sus colaboradores la sensación de pertenencia, confianza y apoyo. En cambio, aquellos que provocan comportamientos de alejamiento activan respuestas cerebrales relacionadas con el estrés, la desconfianza y el deseo de distanciamiento.

En este contexto, es necesario saber que un líder emocionalmente inteligente, consciente de estos mecanismos mentales, emocionales, e incluso fisiológicos, puede influir positivamente en la dinámica laboral, generando un entorno propicio para el crecimiento individual y colectivo. La comprensión del Neuroliderazgo nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones impactan no solo en la productividad, sino también en la salud mental y emocional de quienes lideramos.

Comportamientos que alejan y comportamientos que acercan

El líder como generador de comportamientos

Principales comportamientos de un líder que provocan alejamiento:

1. Falta de comunicación: No brindar información clara ni establecer expectativas.
2. Falta de reconocimiento: No valorar ni reconocer los logros del equipo.
3. Autoritarismo: Imponer decisiones sin considerar la opinión del equipo.
4. Falta de empatía: Ignorar o minimizar las necesidades y preocupaciones de los colaboradores.
5. Microgestión: Controlar excesivamente cada detalle, limitando la autonomía.

Principales comportamientos de un líder que promueven acercamiento:

1. Comunicación efectiva: Transmitir información clara y fomentar un diálogo abierto.
2. Reconocimiento: Valorar y celebrar los éxitos individuales y del equipo.
3. Liderazgo participativo: Involucrar al equipo en la toma de decisiones.
4. Empatía: Mostrar interés genuino por el bienestar de los colaboradores.
5. Delegación: Confiar en la capacidad del equipo, permitiendo la autonomía.

Así pues, un líder emocionalmente inteligente construye relaciones sólidas, promoviendo un entorno donde los empleados se sienten valorados y comprometidos, lo que impacta positivamente en el rendimiento y la retención del talento.

La Necesidad Urgente de Formación en Liderazgo

Mi experiencia como Coach Profesional Ejecutivo revela que existe una brecha significativa en la formación de habilidades de liderazgo. Desde los mandos intermedios hasta la cúpula directiva, muchos carecen de las herramientas necesarias para interactuar, gestionar conflictos, cohesionar y motivar a sus equipos. Y en definitiva, en lograr que sus colaboradores perciban su entorno de trabajo como un lugar seguro al que deseen acercarse, en vez de un lugar generador de estrés y ansiedad.

Así pues, es imperativo que las organizaciones inviertan en programas de formación en liderazgo para sus líderes en todos los niveles. Proporcionar procesos de Coaching Profesional Ejecutivo a los Managers y a la Alta Dirección no solo mejorará el bienestar, sino que también mejorarán la eficacia y productividad general de la empresa.

El Estilo de Dirección de un Jefe lo cambia todo

Según un estudio realizado entre más de 20.000 empresas por el Dr. McClellan (Universidad Harvard), demostró que el estilo de dirección que un jefe ejerce sobre las personas que tiene a su cargo, determina entre el 50% y el 70% del clima laboral. Y a su vez, el clima laboral impacta directamente sobre la motivación y el compromiso, llegando a justificar la mejora de hasta un 30% en los resultados operativos del equipo.

En conclusión, es hora de reconocer que el bienestar en el trabajo va más allá de las acciones formativas habituales para estos fines. La seguridad psicológica impulsada por líderes capacitados es la piedra angular para construir equipos sólidos y mejorar la productividad. Es tiempo de invertir en el desarrollo de líderes para crear entornos laborales donde todos: empresa, directivos y empleados, puedan prosperar juntos en un Ganar-Ganar.

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Esther Alonso
Coach Personal y Profesional Ejecutivo