Cómo lograr un equilibrio saludable entre el dar y el recibir

Cómo lograr un equilibrio saludable entre el dar y el recibir

Un equilibrio saludable entre el dar y el recibir es esencial para nuestro bienestar emocional y mental. Sin embargo, encontrar este equilibrio puede ser un desafío en nuestra vida cotidiana.

Equilibrio entre dar y recibir / Foto de Esther Alonso (Escultura “Dar y Tomar”, de Lorenzo Quinn)

A menudo, nos encontramos en situaciones en las que damos demasiado y recibimos muy poco, o viceversa. Estos desequilibrios pueden afectar negativamente a nuestras relaciones personales y profesionales, nuestra salud y nuestro bienestar emocional y mental.

Como especialista en Coaching Personal, y Coaching Profesional-Ejecutivo, con PNL, Inteligencia Emocional, Neuroliderazgo, y otras disciplinas para el desarrollo personal, he trabajado con muchas personas que buscan un equilibrio saludable entre el dar y el recibir. En este artículo, compartiré algunos consejos y estrategias para lograr un equilibrio saludable y armonioso.

Comprende el valor de dar y recibir

Antes de profundizar en cómo lograr un equilibrio entre el dar y el recibir, es importante entender qué significa realmente. Dar y recibir son dos aspectos complementarios y necesarios en cualquier relación saludable. No podemos dar sin recibir, ni recibir sin dar. Por lo tanto, el equilibrio entre el dar y el recibir no se trata de tener una cantidad igual de ambos, sino de reconocer cuándo necesitamos dar y cuándo necesitamos recibir.

Por ejemplo, en el lugar de trabajo, si un empleado está siempre dispuesto a ayudar a los demás y hacer más de lo que se espera de él, pero no recibe el reconocimiento o la compensación adecuados, puede sentirse explotado y poco valorado. Por otro lado, si un empleado siempre espera que los demás hagan su trabajo y no se ofrece a ayudar o colaborar, puede ser percibido como egoísta y poco colaborativo. Para lograr un equilibrio saludable, es importante entender el trabajo en equipo para apoyarse mutuamente y reconocer el aporte y los logros de todos.

El dar puede ser una fuente de satisfacción y realización personal. Sin embargo, si damos demasiado, podemos sentirnos agotados, resentidos y frustrados. Por otro lado, si recibimos demasiado, podemos sentirnos culpables o incapaces de devolver el favor. Por lo tanto, encontrar el equilibrio adecuado es esencial para nuestra salud emocional y mental.

Reconocer nuestras necesidades y límites

Una de las principales razones por las que nos encontramos en situaciones de desequilibrio entre el dar y el recibir es que no reconocemos nuestras propias necesidades y límites. A menudo, nos sentimos obligados a decir “sí” a todas las solicitudes y demandas, incluso si nos hacen sentir incómodos o nos agotan. Para lograr un equilibrio saludable, es importante establecer límites claros y saludables, y aprender a decir “no” cuando sea necesario.

Por ejemplo, en una relación de pareja, si una persona siempre está dando y la otra siempre está recibiendo sin hacer apenas nada a cambio, se produce un desequilibrio en la relación. La persona que da puede sentirse resentida y poco valorada, mientras que la persona que recibe puede sentirse cómoda en su papel y no reconocer la falta de reciprocidad. Para lograr un equilibrio saludable, es importante que ambas personas se comuniquen sus necesidades y trabajen juntas para satisfacerlas.

Imagina que estás trabajando en un proyecto importante en el trabajo, y tu jefe te pide que te hagas cargo de otra tarea urgente, puedes reconocer tus propias limitaciones y decir que no puedes asumir esa tarea adicional en este momento. También es importante ser honesto contigo mismo acerca de cuánto puedes dar sin agotarte emocional o físicamente. Al establecer límites saludables, puedes equilibrar tus necesidades con las de los demás, y así crear relaciones más equilibradas y armoniosas.

Establecer límites saludables / Foto de Shoeib Abolhassani en Unsplash

Cultivar la gratitud y la apreciación

Además de establecer límites saludables y comunicar nuestras necesidades, también es importante cultivar la gratitud y el agradecimiento por lo que recibimos. Muchas veces damos por sentado las cosas que recibimos, y no nos tomamos el tiempo para agradecerlas y apreciarlas. Sin embargo, cuando cultivamos la gratitud y la apreciación, además de valorar lo que otros nos dan, también podemos sentirnos más valorados y apreciados en nuestras contribuciones.

Una manera de cultivar la gratitud es tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que tenemos en nuestra vida y sentirnos agradecidos por ello. Puedes hacer una lista diaria de las cosas por las que estás agradecido, ya sea algo tan simple como una taza de café por la mañana o algo más significativo como tener una buena relación con un amigo o un familiar.

Otra manera de cultivar la gratitud es expresarla verbalmente. Asegurarte de que las personas en tu vida sepan lo mucho que las valoras y aprecias, puede ser una forma poderosa de reforzar las relaciones y fomentar un ambiente saludable de dar y recibir.

Por último, es importante tener en cuenta que la gratitud no solo se aplica a las cosas positivas que recibimos, sino también a las dificultades y desafíos que enfrentamos. Agradecer por las lecciones aprendidas en los momentos difíciles puede ayudarnos a encontrar el significado y la oportunidad en las experiencias negativas.

Como conclusión, recuerda que encontrar un equilibrio entre el dar y el recibir no se trata de tener una cantidad igual de ambos, sino de reconocer cuándo necesitamos dar y cuándo necesitamos recibir. Siempre habrá momentos en los que necesitamos dar más de lo que recibimos, y viceversa. Sin embargo, si podemos reconocer estos momentos y trabajar para mantener un equilibrio saludable, podemos mejorar nuestras relaciones personales y profesionales, nuestra salud y nuestro bienestar emocional y mental.

Espero que estos consejos y estrategias te hayan sido útiles para aprender a lograr un equilibrio saludable entre el dar y el recibir. Recuerda que encontrar este equilibrio no es algo que suceda de la noche a la mañana, sino que requiere práctica y paciencia. Si trabajas en ello de manera constante, podrás lograr un equilibrio saludable y armonioso en todas las áreas de tu vida.

Y si necesitas un acompañamiento más personalizado para desarrollar estas habilidades, siempre puedes contratar a una Coach para que te ayude a realizar este camino de forma más rápida y efectiva.

Estaré encantada de leer tus comentarios

Esther Alonso, Coach Personal y Profesional-Ejecutivo

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