En la primera parte de este artículo te invité a hacer una reflexión sobre la actitud y comportamiento que has tenido con respecto a tus sueños, objetivos y metas, y también sobre el grupo en el que te sitúas según los resultados que has ido obteniendo en la vida. Por tanto, si has descubierto que te encuentras dentro del grupo de “ganadores”, lo más probable es que no te haga ninguna falta leer esta segunda parte del artículo.

Sin embargo si te encuentras en cualquiera de los otros dos grupos, “perdedores” o “no ganadores”, el presente artículo puede ayudarte para que aprendas a fijarte objetivos que te lleven a ganar siempre, y a obtener los resultados que deseas.

Pero antes sería conveniente que hicieras una última reflexión parándote a pensar lo que significa para ti el éxito personal y/o profesional. Ya que tener esto claro, te puede ayudar a definir unos objetivos a largo plazo que estén alineados con tu idea de éxito y tus valores personales. Pues como has visto en la primera parte de este artículo, el éxito es algo subjetivo, ya que reside principalmente en el grado de satisfacción de cada persona.

Así que, si comienzas por identificar unas metas muy claras, no solo para un año sino para la vida en general, vas a poder desarrollar lo que es tu Gran Visión para lograr tu propia realización y éxito personal. Y a partir de aquí podrás identificar una serie de objetivos o metas más pequeñas que al realizarlas te irán llevando poco a poco a la realización de tu Visión o Gran Meta.

Y esta labor has de hacerla desde el corazón, pues tu felicidad será el resultado natural de vivir en cada instante desde tu entusiasmo y autenticidad, con pasión y una extraordinaria actitud vital. Así pues, atrévete a liberarte de los “guiones” aprendidos e impuestos, y atrévete a acoger aquello con lo que te sientes inspirado a ser, a hacer y a tener.

Modelo para asegurarte el logro de un objetivo

Para sentirnos felices y realizados es necesario que exista un equilibrio en todas las áreas que componen nuestra vida. Por ello, para realizar una buena planificación de objetivos, es importante que tengas en cuenta y atiendas a todos los ámbitos de tu vida. La vida no es sólo trabajar para obtener resultados y conseguir objetivos, ni tampoco es vivir del amor o del cuidado personal. El éxito y la vida perfecta es aquella en la que se consigue un balance armonioso entre salud, dinero, trabajo, amor, relaciones personales, ocio, etc.

Y no es necesario destacar en ninguno de estos aspectos, ni llegar lejos en la carrera profesional, da igual si llegas a ser presidente o si nunca pasas de administrativo. La vida perfecta está en el balance entre todos los aspectos de la vida. Y cuando uno de estos ámbitos no se encuentra correctamente equilibrado, tu vida no puede ser perfecta. Si descuidas el amor, o descuidas el trabajo, o descuidas tu salud, al final sentirás que algo falla en tu vida

Así que, comienza por tomar un bolígrafo y papel (o bien abrir un documento nuevo en tu ordenador), y empieza por elaborar los apartados que componen las distintas áreas de tu vida:

1. Área de Salud (dieta equilibrada, ejercicio, nivel de energía, apariencia, etc.)
2. Área Familiar (relación con los hijos, con los padres, con los hermanos, tiempo y prioridad con la familia, etc.)
3. Área Social (cantidad y calidad de amistades, participación en asociaciones, etc.)
4. Área Crecimiento Personal (desarrollo personal, realización y valores, claridad en mis metas, congruencia en mi vida con mis valores, trabajo con mis puntos débiles, momentos de tranquilidad, meditación, espiritualidad, etc.)
5. Área Amor (relación con la pareja, soledad, búsqueda de pareja, etc.)
6. Área Ocio (todo lo referente al entretenimiento: lectura, cine, teatro, cultura; si me divierto y participo en el ocio, si disfruto de tiempo libre en casa, si elimino asuntos de trabajo, ocio estimulante, etc.)
7. Área Profesional (ampliar conocimientos, trabajo estimulante, posibilidad de promoción, etc.)
8. Área Económica (ganancias, presupuesto personal, compras compulsivas, control de gastos, inversiones, etc.)

Ahora que ya tienes identificadas todas las áreas de tu vida, es el momento de comenzar a enunciar los objetivos que te propones en cada una ellas. Así que comienza por el que, en el momento presente, representa para ti el más importante de todos, y vete enumerándolos por orden de prioridad dentro de cada una de las áreas anteriormente definidas. Ejemplos de objetivos:

• Tener una pareja
• Conseguir un ascenso laboral
• Conseguir un nuevo trabajo
• Incrementar las ventas
• Ganar competencias deportivas
• Adelgazar
• Mejorar mi carácter
• Gestionar mejor mis emociones
• Mejorar mis relaciones personales
• Tener unas merecidas vacaciones
• Conseguir una armonía familiar
• Cancelar mis deudas
• Dejar de fumar
• Y muchos otros más…

Y así sucesivamente hasta que vayas enumerando y priorizando cada uno de tus objetivos dentro de cada área de la vida (puede darse el caso de que tengas más de uno dentro de una misma área). Lo importante es que los escribas y los priorices cada uno de ellos según te vayan acercando a la Visión o Gran Meta que hayas concebido para realizarte con éxito y sentirte “ganador” en la vida.

Y ahora viene el trabajo más importante para la correcta formulación de tus objetivos. Se trata de un extracto del modelo Outcome que desarrolló Robert Dilts, uno de los principales desarrolladores de la PNL (Programación Neurolingüística). Para cada uno de los objetivos que hayas enunciado deberás seguir los siguientes pasos:

1. El objetivo tiene que formularse de manera positiva, pues esto significa enfocarse en lo que se desea, ya que nuestro subconsciente interpreta lo no deseado como algo deseado y lo ejecuta igual. Además en positivo es como estar ya en la acción.
2. Debe ser específico. Ha de concretarse ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Con quién?, ¿Cuánto?, ¿Cuánto tiempo?
3. Tiene que estar totalmente bajo tu control. Hacerse esta pregunta desde el principio permite averiguar enseguida si tu objetivo es realizable o si te conviene volver a definirlo, a fin de que esté bajo tu control. ¿Puedo realizar mi objetivo con acciones que controle?, ¿De quién depende la realización del objetivo?, ¿Para quién realizo este objetivo?
4. ¿En que contexto es aplicable? O ¿Cuál es su contexto?. Describe la fecha, hora y lugar de su realización.
5. ¿Cómo sabré que he alcanzado mi objetivo?. Cuando haya conseguido el objetivo ¿qué es lo que sentiré, veré, oiré, oleré o probaré?, ¿Cómo sabré que he alcanzado mi meta?
6. ¿El objetivo es ecológico?. ¿Existe alguna ventaja de la no consecución del objetivo? ¿Qué inconveniente podría conllevar el hecho de alcanzar el objetivo? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de conseguir esta meta? ¿Cuáles son los eventuales efectos secundarios indeseables?
7. ¿Cuál es el precio a pagar?. ¿Compensa lo que hay que dar a cambio: tiempo, energía o dinero? ¿Qué representa eso para mí? ¿A qué tengo que renunciar? ¿Me lo puedo permitir? ¿Estoy dispuesto a ello?
8. ¿Cuáles son los recursos de los que dispongo?. Es importante conocer los límites, pero también saber con qué posibilidades o formas de apoyo podemos contar. ¿Cuáles son los recursos materiales con los que puedo contar? ¿Quién puede apoyarme? ¿A qué fuentes de información puedo acudir? ¿Sobre qué convicciones y apoyos puedo contar para sentirme más fuerte?
9. ¿Cuál es el objetivo del objetivo?. ¿En qué es importante para mí, alcanzar el objetivo? ¿A qué objetivo más amplio corresponde? (por ejemplo perder peso puede corresponder a un objetivo más amplio, como tener buena salud o tener mejor apariencia), ¿Cuáles son los cambios que espero si consigo mi objetivo?
10. ¿El objetivo es coherente con mi misión?. ¿En qué percibo que la consecución del objetivo va en la misma dirección del ser humano que soy o que quiero ser?, ¿Qué representa la realización de este objetivo en mi evolución personal?
11. ¿El objetivo ocupará el lugar del problema?. ¿Qué habrá cambiado cuando haya realizado el objetivo?, ¿Habré alcanzado la situación deseada? No serviría de nada irse de vacaciones para tratar una depresión, pues a la vuelta, sería peor todavía.

Una vez que hayas aplicado todos estos criterios a tus objetivos, comprobarás que te han servido de filtro para reajustar algunos de ellos, o bien que algunos están tan relacionados con otros que los conseguirás como consecuencia de ellos. En cualquier caso, si son demasiados los que te has propuesto para un año, y crees que será difícil enfocarte en su logro, tal vez deberías releer tu lista, y concentrarte en aquello que signifique más para ti, pues dando pequeños pasos a diario, fortalecerás tu confianza y verás más cerca el resultado.

Además es muy importante que todos tus objetivos los formules por ESCRITO, y que los repases semanalmente o a diario si es necesario, pues sino antes de un mes ya los habrás olvidado.

Si sigues todos los pasos anteriores ya tendrás más de la mitad conseguido. Así que recuerda que, si quieres mejorar sustancialmente tu vida personal y profesional define clara y específicamente la Visión acerca de cómo quieres que sea tu vida, y después comienza por desmenuzar todas la etapas, empezando por los objetivos que querrás tener cumplidos en Diciembre de 2012.

Y ahora, ¡Acción!. Decídete a asumir tu compromiso en la acción. Piensa que lo que diferencia a las personas que tienen éxito y que alcanzan sus sueños de las que no lo consiguen es la tenacidad, la persistencia y el compromiso con la acción para conseguir que esos sueños progresen, paso a paso, hasta hacerse realidad.

Atrévete a crear y a seguir tu “plan”.

¡Te deseo muchos éxitos!

Esther Alonso

Coach Personal y Ejecutivo

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