Sin bien es cierto que, en un principio, las demandas de Coaching partieron de deportistas de élite y de ciertos ejecutivos, actualmente hacen uso de este servicio desde profesionales independientes hasta amas de casa, pasando por políticos, profesores, emprendedores, empresarios, etc. En definitiva, cualquier persona o grupo que quiera mejorar su situación presente y necesite apoyo en momentos en los que tenga retos, bloqueos o dudas en cuanto a lo que quiere y puede hacer en cualquier ámbito de su vida, u organización.
El Coaching es para todos aquellos que estén interesados en su propio desarrollo y crecimiento personal u organizacional, y el objetivo siempre es el éxito en algún ámbito de la vida. Es decir, obtener la mejor versión de la persona, o equipo, para que obtenga mejores resultados en todas sus actuaciones que, sin duda, repercutirán beneficiosamente en lo personal, profesional y económico.
Y en este sentido, el Coach es el entrenador que, desde una perspectiva y metodología distinta, facilita al coachee (cliente) un autoconocimiento de sí mismo para que establezca y logre unos objetivos motivadores. El Coach ayuda a su coachee a eliminar obstáculos y a liberar todo su potencial de recursos, habilidades y talento, para que sea él mismo quien encuentre las soluciones más satisfactorias y duraderas en el tiempo. El coach será un catalizador en la vida del cliente para que éste adquiera una autonomía y maestría en el arte de dirigir su propia vida o la de su organización.
La metodología empleada en un proceso de Coaching se basa en conversaciones potentes y provocadoras, en una escucha activa y sin prejuicios, en la apertura mental, en la atención, y en la integración de herramientas y técnicas lingüísticas, emocionales y corporales procedentes de diversas disciplinas. Todo ello servirá para que el cliente tome conciencia clara de su situación actual y emprenda el camino hacia la situación a la que se propone llegar.
En un proceso de Coaching se pueden definir los siguientes pasos:
Y, si bien el objetivo de un proceso de Coaching es acompañar y apoyar al cliente para que mejore en alguna área de su vida, el meta-objetivo es que todo el proceso le suponga un aprendizaje profundo que le capacite para que en futuros desafíos u objetivos de su vida, sepa encontrar por si mism@ el camino más adecuado para generar soluciones y respuestas con sus propios recursos y habilidades.
En cuanto al número de sesiones necesarias, depende principalmente del objetivo (u objetivos) a conseguir, y especialmente del compromiso del propio cliente con su objetivo, su sueño o su meta. Por ello, un proceso puede durar desde 3 meses a 1 año en los casos más complejos. Así pues, tanto la duración de las sesiones (90 ó 120 minutos), como la frecuencia de las mismas (cada 1, 2, ó 3 semanas), es determinante el propio cliente, pues él es el auténtico protagonista, y cada persona tiene un ritmo diferente de aprendizaje.